Sección 3: Elasticidad de la Demanda  






 

 

 

 

 

 








Los argumentos expuestos hasta este punto para relacionar la cantidad demandada con los factores de los depende determinan únicamente el sentido en que se produce la relación y no la intensidad de la misma, aunque es obvio que la sensibilidad de la demanda ante los cambios en los factores no es igual para todos ellos ni para todas las mercancías. Por ejemplo, cuando el precio de la gasolina aumenta un 5% su demanda se reduce en una proporción muy baja, mucho menor a la reducción que experimenta la demanda de, por ejemplo, detergente, cuando su precio aumenta en la misma magnitud.







 

 

 

 

 

 







La elasticidad mide la sensibilidad de la respuesta en la demanda de una mercancía cuando cambia alguno de los factores de los que depende, permaneciendo constante el resto. Cuanto más elástica es la demanda respecto de un cierto factor, mayor es la variación –positiva o negativa– que se produce en la cantidad demandada ante un cambio en dicho factor.






 

 

 

 

 

 

 





En su formulación porcentual, la elasticidad de la demanda de la mercancía X respecto de, generalizando, el factor F, se calcula como:

EDF = D%Dx / D%F

Se trata, por tanto, de un indicador que relaciona la variación porcentual que se produce en la demanda de la mercancía X con la variación porcentual en el factor que dio origen a aquélla.

 





 

 

 










Se puede computar la elasticidad de la demanda respecto de cualquier factor cuantitativo. Así, podemos hablar, por ejemplo, de:

-         elasticidad-precio de la demanda, EDPx = D%Dx / D%Px , el tipo más utilizado y, por ello, al que se hace referencia cuando se habla simplemente de elasticidad;

-         elasticidad-renta, EDP = D%Dx / D%R ;

-         elasticidad cruzada, EDPy = D%Dx / D%Py , que se calcula respecto del precio de otras mercancías relacionadas. 

Hay que tener en cuenta que todos estos cambios deben ser evaluados en condiciones ceteris paribus..







 

 

 

 

 






Si la elasticidad es negativa, ello implica que la relación entre la cantidad demandada y el factor en cuestión es inversa, como sucede con la elasticidad-precio, la elasticidad cruzada con mercancías complementarias y la elasticidad-renta en el caso de mercancías inferiores. Simétricamente, la elasticidad positiva implica una relación directa, como sucede con la elasticidad cruzada con mercancías sustitutivas y la elasticidad-renta en las mercancías normales.







 

 

 

 

 

 





El valor absoluto de la elasticidad puede ser mayor, igual o menor que la unidad, como corresponde a situaciones en las que la variación que se produce en la cantidad demandada es mayor, igual o menor, en proporción, que el cambio en el factor en cuestión. En estos tres casos mencionados se dice, respectivamente, que la demanda es elástica, de elasticidad unitaria o relativamente inelástica respecto de dicho factor.






 

 

 

 

 

 

 

 

 





Existen además dos casos extremos. Uno de ellos se produce cuando, a partir de una determinada situación, la demanda se reduce a cero ante un mínimo cambio en alguno de los factores relevantes. Se dice en este caso que la demanda tiene elasticidad infinita. El caso opuesto se produce cuando la demanda es insensible ante cualquier cambio en alguno de los factores relevantes, en cuyo caso se dice que la demanda es completamente inelástica.






 

 

 

 

 

 

 

 

 





Gráficamente, una curva de demanda infinitamente elástica se representa como una línea horizontal.






 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 





Por su parte, una curva de demanda completamente inelástica se representa como una línea vertical.






 

 

 

 

 

 

 

 

 





La demanda es más inelástica –es decir, el valor absoluto de la elasticidad-precio es menor– cuantos menos sustitutivos tenga la mercancía en cuestión, ya que ello dificulta la elección por el consumidor de productos alternativos y hace que tenga que aceptar condiciones y precios más desventajosos. En este sentido, la demanda es más inelástica para los casos de productos de primera necesidad y mercancías que deben ser adquiridas en el corto plazo.