Se
trata de entidades no celulares que poseen rasgos atribuibles a lo que
se entiende por vida. Se pueden definir como estructuras situadas en
el umbral entre la vida y la materia inanimada. Podemos decir que
poseen individualidad y cierta entidad biológica por lo que deben ser
tenidos en cuenta dentro de la diversidad de la vida.
Un
virus está constituido por un trozo de material genético
(ADN o ARN) rodeado de una cápsida de naturaleza proteica; algunos
tienen una cubierta o membrana externa con proteínas y lípidos o glúcidos.
Las
partículas víricas se denominan viriones y suelen
medir menos de 0,25 mm
presentando una gran diversidad de formas y tamaños, sin embargo los
virus de un mismo tipo tienen la misma forma y tamaño.
Para
su clasificación se emplean como criterios taxonómicos: su forma,
tamaño, existencia de una envoltura externa, tipo de ácido nucleico
que portan y si este es monocatenario o bicatenario.
Además
hay que señalar que su nomenclatura no está claramente establecida y
se considera la existencia de tres grandes grupos: virus animales,
virus vegetales y fagos (virus que atacan a las bacterias).
En
el umbral de las formas vivientes también se encuentran los viroides,
estos agentes infecciosos son hebras de ARN monocatenario que causan
diversas enfermedades infecciosas en los vegetales. Su descubrimiento
está asociado al estudio de los agentes de enfermedades como la de
los tubérculos fusiformes de las patatas.
En
este caso, el “agente” aislado era una pequeña molécula de ARN,
que no se encontraba en plantas sanas, y que tenía la capacidad de
proliferar y generar los síntomas característicos de la enfermedad
en las plantas sanas.
Los
priones son agentes infecciosos constituidos por una proteína
modificada. Actúan convirtiendo proteínas normales de los mamíferos
en moléculas peligrosas gracias a un cambio en su forma, siendo
responsables de afecciones no contagiosas, contagiosas y hereditarias
relacionadas con la conformación de las proteínas.
Las
enfermedades de origen priónico son letales, presentan un largo
periodo de incubación y su denominación es la de encefalopatías
espongiformes debido a que producen abundantes oquedades en el cerebro
(p.e. enfermedad de Creutzfeld-Jakob que afecta al hombre, y el
“scrapie” o prurito lumbar que afecta a ovejas y cabras).