Sección 5: Virus, Viroides y Priones




 

 

 

 

 

 

 










Se trata de entidades no celulares que poseen rasgos atribuibles a lo que se entiende por vida. Se pueden definir como estructuras situadas en el umbral entre la vida y la materia inanimada. Podemos decir que poseen individualidad y cierta entidad biológica por lo que deben ser tenidos en cuenta dentro de la diversidad de la vida.










 

 

 

 

 

 




Un virus está constituido por un trozo de material genético (ADN o ARN) rodeado de una cápsida de naturaleza proteica; algunos tienen una cubierta o membrana externa con proteínas y lípidos o glúcidos.










 

 

 

 

 

 



Las partículas víricas se denominan viriones y suelen medir menos de 0,25 mm presentando una gran diversidad de formas y tamaños, sin embargo los virus de un mismo tipo tienen la misma forma y tamaño.

 












 

 

 

 



Para su clasificación se emplean como criterios taxonómicos: su forma, tamaño, existencia de una envoltura externa, tipo de ácido nucleico que portan y si este es monocatenario o bicatenario.







 

 

 

 

 

 






Además hay que señalar que su nomenclatura no está claramente establecida y se considera la existencia de tres grandes grupos: virus animales, virus vegetales y fagos (virus que atacan a las bacterias).



 

 

 

 

 

 










En el umbral de las formas vivientes también se encuentran los viroides, estos agentes infecciosos son hebras de ARN monocatenario que causan diversas enfermedades infecciosas en los vegetales. Su descubrimiento está asociado al estudio de los agentes de enfermedades como la de los tubérculos fusiformes de las patatas.







 

 

 

 

 

 






En este caso, el “agente” aislado era una pequeña molécula de ARN, que no se encontraba en plantas sanas, y que tenía la capacidad de proliferar y generar los síntomas característicos de la enfermedad en las plantas sanas.






 

 

 

 

 










Los priones son agentes infecciosos constituidos por una proteína modificada. Actúan convirtiendo proteínas normales de los mamíferos en moléculas peligrosas gracias a un cambio en su forma, siendo responsables de afecciones no contagiosas, contagiosas y hereditarias relacionadas con la conformación de las proteínas.






 

 

 

 

 









Las enfermedades de origen priónico son letales, presentan un largo periodo de incubación y su denominación es la de encefalopatías espongiformes debido a que producen abundantes oquedades en el cerebro (p.e. enfermedad de Creutzfeld-Jakob que afecta al hombre, y el “scrapie” o prurito lumbar que afecta a ovejas y cabras).